El gobernador de Nuevo México se propone crear una economía del hidrógeno
ALBUQUERQUE, N.M. (AP) – La gobernadora Michelle Lujan Grisham dio un paso más el jueves para poner a Nuevo México en el mapa del hidrógeno, firmando una orden ejecutiva que dijo ayudará a establecer una hoja de ruta dejando claro que el hidrógeno será un enfoque clave del estado mientras trabaja para transformar su economía energética.
La gobernadora demócrata dijo que espera que la orden proporcione previsibilidad a las empresas y, con suerte, haga que más de ellas decidan trasladarse a Nuevo México.
La orden ordena a los miembros de su gabinete que trabajen juntos en la búsqueda de oportunidades para construir una economía de hidrógeno “verde”. También pide que el hidrógeno se incluya como un sector clave para el Departamento de Desarrollo Económico del estado.
“Quiero que esta prioridad reciba la atención que merece en los próximos días, semanas y meses”, dijo Luján Grisham.
El estado también está trabajando en el desarrollo de recomendaciones para el gobierno federal como parte de un esfuerzo de los estados de las Montañas Rocosas para desarrollar formas de hacer que el hidrógeno esté más disponible y sea más útil como combustible de combustión limpia para automóviles, camiones y trenes.
Lujan Grisham dijo que también hay oportunidades cuando se trata de la aviación, ya que anunció una inversión de 254 millones de dólares por Universal Hydrogen Co. para construir un centro de fabricación en Albuquerque que apoyará sus planes para adaptar y alimentar aviones con hidrógeno.
La empresa ha desarrollado cápsulas de almacenamiento propias que podrían enviarse desde las instalaciones de producción de hidrógeno a los aeropuertos, donde podrían cargarse directamente en los aviones que hayan sido reequipados con trenes motrices específicos de hidrógeno.
Nuevo México ha prometido 10 millones de dólares en fondos de desarrollo económico local para el proyecto, y la ciudad de Albuquerque está estudiando la posibilidad de aportar fondos adicionales.
Jon Gordon, cofundador y consejero general de Universal Hydrogen, dijo que la empresa tiene acuerdos con 11 compañías aéreas para adaptar casi 100 aviones regionales de turbohélice con el objetivo de estar certificados por la FAA y en servicio comercial para 2025.
Gordon dijo a los periodistas que también hay potencial para desarrollar sistemas modulares de abastecimiento de combustible para aviones comerciales más grandes, así como para drones, equipos industriales y transporte terrestre.
Aun así, lo calificó de “problema del huevo y la gallina”, explicando que el mercado del hidrógeno está en sus inicios.
El hidrógeno puede obtenerse del agua mediante una corriente eléctrica y, cuando se quema, sólo emite vapor de agua como subproducto. Los defensores de este combustible dicen que, en teoría, podría reducir las emisiones de efecto invernadero y la contaminación atmosférica, dependiendo de cómo se obtenga.
Los críticos sostienen que, tal y como se produce ahora, el hidrógeno no es ecológico, ni libre de carbono, ni ilimitado. Actualmente, casi todo el hidrógeno que se produce comercialmente en Estados Unidos no procede del agua, sino del gas natural, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Este debate alcanzó un punto de ebullición durante la reciente sesión legislativa de Nuevo México, ya que los ecologistas presionaron contra una serie de incentivos propuestos.
Luján Grisham reconoció sus preocupaciones el jueves.
“Supongo que no hay una sola persona en esta sala que no desee que no necesitemos una transición de ningún tipo, que sería muy fácil si la tecnología y las innovaciones fueran inmediatas. No lo son”, dijo, y añadió que su administración seguirá intentando atraer a empresas con “la menor intensidad de carbono posible.”