SEÚL, Corea del Sur (AP) – El gobierno surcoreano dijo el viernes que concederá un indulto especial a la ex presidenta Park Geun-hye, que cumple una larga condena en prisión por soborno y otros delitos.
El Ministerio de Justicia dijo en un comunicado que el indulto a Park tiene como objetivo superar las divisiones del pasado y promover la unidad nacional ante las dificultades causadas por la pandemia de coronavirus.
El ministerio dijo que Park, de 69 años, estaba entre las 3.094 personas que serán indultadas el 31 de diciembre.
“Debemos entrar en una nueva era superando los dolores del pasado. Es hora de aunar con valentía todas nuestras fuerzas para el futuro en lugar de luchar unos contra otros preocupados por el pasado”, dijo el presidente Moon Jae-in en un comunicado.
“En el caso de la ex presidenta Park, hemos considerado el hecho de que su estado de salud se ha deteriorado mucho tras cumplir casi cinco años de prisión”, dijo.
Park fue detenida y enviada a prisión en 2017, tras ser destituida de su cargo tras un escándalo de corrupción que provocó meses de masivas protestas callejeras. Su destitución supuso una impresionante caída en desgracia para la primera mujer presidenta del país e icono conservador.
En enero, el Tribunal Supremo de Corea del Sur confirmó su condena de 20 años de prisión. Podría haber cumplido un total de 22 años entre rejas porque fue condenada por separado por interferir en las candidaturas de su partido antes de las elecciones parlamentarias de 2016.
Park se ha descrito a sí misma como una víctima de la venganza política. Se ha negado a asistir a sus juicios desde octubre de 2017.
Park es hija del difunto presidente autoritario Park Chung-hee. Fue elegida a finales de 2012 gracias a una ola de apoyo de los conservadores que celebran a su padre como un héroe que sacó al país de la pobreza a pesar de su supresión de los derechos civiles.
Fue destituida por los legisladores en diciembre de 2016 y destituida formalmente en marzo de 2017, después de que el Tribunal Constitucional confirmara la destitución.
Entre los principales cargos a los que se enfrentaba estaba la connivencia con su confidente de toda la vida, Choi Soon-sil, para aceptar millones de dólares en sobornos y extorsiones de algunos de los mayores grupos empresariales del país, incluido Samsung, mientras ella estaba en el cargo.
La sucedió Moon Jae-in, un liberal que ganó una elección parcial especial tras su destitución.