Teniendo en cuenta que la gran mayoría de las precuelas apestan, Better Call Saul-una continuación de la aclamada Breaking Bad que sirve como historia de origen para el turbio abogado Saul Goodman, alias Jimmy McGill (Bob Odenkirk)- siempre ha sido una empresa intrínsecamente atrevida. Sin embargo, la serie llevó la audacia a un nivel completamente nuevo con “Fun and Games” de anoche, el noveno capítulo de su sexta y última temporada.
(Advertencia: Spoilers de los episodios más recientes de Better Call Saul adelante).
Además de ser un excelente vehículo para el fenomenal Giancarlo Esposito, el episodio terminó con la confrontación que el drama de AMC de Vince Gilligan ha estado construyendo durante años, y luego saltó a su Breaking Bad futuro. Fue, a todos los efectos, un final de serie, con el agravante de que aún quedan cuatro episodios por delante.
Dos preguntas se han cernido sobre la totalidad de Better Call Saul: ¿Cuándo, cómo y por qué se transformará Jimmy en Saul Goodman, el as de la abogacía que está destinado a asesorar a Walter White (Bryan Cranston)? Y qué será de la amante de Jimmy, Kim Wexler (Rhea Seehorn), cuyo destino ha sido objeto de muchas especulaciones debido a que no está en Breaking Bad?
Uno suponía razonablemente que ambos misterios se abordarían en las próximas semanas, a través de la penúltima o la última entrega. En lugar de ello, Gilligan cambió radicalmente las expectativas al proporcionar esas codiciadas respuestas en “Fun and Games”, cerrando el episodio escrito por Ann Cherkis y dirigido por Michael Morris con un desarrollo vertiginoso que habría bastado como nota final para toda la saga.
Gilligan y sus asombrosos compatriotas no son sino generosos narradores, y el principal beneficiario de su munificencia anoche fue Esposito, cuyo Gus Fring tuvo dos secuencias estelares. La primera fue en México, donde se sentó ante el capo del cártel Eladio Vuente (Steven Bauer) y respondió a las acusaciones de Héctor Salamanca (Mark Margolis) de que había hecho asesinar al sobrino de Héctor, Lalo (Tony Dalton), negándose a responder. Después, en un bar donde, sabiendo que los descansos alegres de su vida criminal deben ser breves, cortó abruptamente una charla amistosa con un sommelier.
Sin embargo, fue el material de Jimmy y Kim el que más impactó, en gran parte centrado en los intentos del dúo -según las instrucciones de Mike (Jonathan Banks)- de seguir con su día normal de trabajo mientras Mike y su equipo limpiaban su apartamento tras el asesinato de Howard Hamlin (Patrick Fabian). Lo consiguen de forma impresionante, aunque las cosas toman un giro más visceral cuando asisten al servicio fúnebre de Howard y se enfrentan a su viuda, que acribilla a Jimmy con preguntas sobre sus tensiones relacionadas con las bromas de Howard -y la adicción a las drogas de Howard- y Kim consolida su historia de encubrimiento con otra mentira autocomplaciente.
La despedida de la pareja en el aparcamiento sugiere que Kim ya no puede soportar que siga eludiendo la ley con Jimmy. Ella lo admite cuando él llega a casa para confrontarla sobre su repentina decisión de dejar la abogacía y terminar su carrera legal. Es aquí donde Better Call Saul llega el momento que todos hemos estado esperando, y temiendo: La confesión de Kim de que disfruta con entusiasmo de sus artimañas conjuntas hace que esta separación sea aún más difícil; sólo comprende y acepta que están equivocados.
“Kim le explica a Jimmy que le quiere, pero que ahora comprende, tras la desaparición de Howard debido a su estafa, que como pareja sólo producen problemas y miseria, y que por lo tanto ya no pueden estar juntos.”
Para evitar causar más daño y, más profundamente, para evitar corromperse del todo, Kim se pone del lado de su conciencia y se va, algo que Jimmy, que intenta urdir un último plan de retroceso para salvarlo todo, no puede hacer.
Así, Kim parece hacer su tan esperada partida (con el corazón roto, pero viva) en “Fun and Games”. A continuación, el episodio muestra a Jimmy despertando en su opulenta mansión de temática griega junto a una prostituta, preparándose para el trabajo mientras chatea con los clientes a través de su auricular Bluetooth. Finalmente, llega a su oficina, que cuenta con el rótulo de “Better Call Saul” y las columnas que rodean el escritorio de su Breaking Bad días.
¿Qué ha pasado en el ínterin entre la despedida de Jimmy y Kim y estapresente es desconocido, pero la implicación es clara: la salida de Kim fue el catalizador final para la formación de Saul. Con su principal antagonista, Lalo, muerto, Gus a salvo y listo para planear su próximo movimiento contra Héctor, y Mike trabajando en la reanudación de la construcción del laboratorio de metanfetamina subterráneo de Gus, la serie ha anudado ostensiblemente sus cabos sueltos y ha llegado, cronológicamente hablando, al punto en el que su antecesor Breaking Bad comienza.
Excepto, por supuesto, que Better Call Saul no terminará hasta dentro de cuatro episodios, lo que significa que hay innegablemente más en la historia de Jimmy/Saul de lo que creemos. ¿Podría eso tener que ver con los intermitentes flashforwards en blanco y negro que han detallado la lúgubre vida de Saul después de su muerte?Breaking Bad vida de Saul? ¿Hay más pasos que deban darse para que Saul entre en la compañía de Walter y Jesse (Aaron Paul), quizás ambientados en la primera temporada de Breaking Bad (antes de que Saul debute en la segunda temporada)? ¿O es que Gilligan tiene algo más bajo la manga?
No hay forma de predecir lo que está por venir mientras la serie se precipita hacia su desenlace. La única certeza, al parecer, es que Better Call Saulsigue en plena forma a medida que se acerca el final.