SYDNEY (AP) – El estado australiano de Nueva Gales del Sur informó el domingo de 16 muertes en su día más mortífero de la pandemia, incluso mientras relajaba las normas para permitir que algunos trabajadores esenciales en aislamiento volvieran a trabajar si estaban asintomáticos.
En el estado más poblado de Australia se registraron algo más de 30.000 nuevos casos, lo que obligó a esas personas a unirse a otras más de 200.000 en aislamiento.
No se llevan estadísticas para determinar cuántos de ellos son trabajadores esenciales en los sectores alimentario y manufacturero. Pero algunos empresarios dicen que hasta la mitad de sus trabajadores han sido despedidos tras entrar en contacto con un caso positivo.
Los compradores han informado de que hay estantes vacíos en muchos supermercados debido al impacto del brote de omicron en las cadenas de procesamiento y suministro de alimentos.
“Los trabajadores críticos de los sectores de la logística y la fabricación de alimentos que estén en situación de contacto estrecho podrán abandonar el autoaislamiento para acudir al trabajo si no tienen síntomas de COVID-19, para garantizar que el estado siga teniendo acceso a los productos esenciales”, dijo el domingo el Departamento de Salud de Nueva Gales del Sur en un comunicado.
Los trabajadores sólo pueden dejar el autoaislamiento si su empleador decide que su ausencia supone un alto riesgo de interrupción de la prestación de servicios críticos y si no pueden trabajar desde casa.
Los trabajadores que regresen tendrán que llevar máscaras y cumplir con las estrategias de gestión de riesgos exigidas por sus empleadores, incluidas las pruebas rápidas de antígenos diarias. Si dan positivo, tendrán que volver a estar aislados.
El cambio de norma se aplica en la agricultura al personal de bioseguridad y seguridad alimentaria que realiza tareas críticas; en la industria manufacturera a la producción de alimentos, bebidas, comestibles, limpieza y productos sanitarios; y en el transporte a la logística y entrega de alimentos.
Entre las 16 personas que murieron el domingo había ocho mujeres y ocho hombres de 60, 70, 80 y 90 años, según informó NSW Health. La cifra supera el anterior récord de 15 muertes, que se alcanzó en dos ocasiones, el 29 de septiembre y el 1 de octubre del año pasado.
Hubo 1.927 personas en los hospitales, incluidas 151 personas en cuidados intensivos.
El estado de Victoria informó el domingo de 44.155 nuevos casos, incluidos 22.051 de pruebas rápidas de antígeno y 22.104 de pruebas PCR. De esos casos, 9.000 procedían de pruebas rápidas de antígeno realizadas el sábado, mientras que más de 13.000 se hicieron en días anteriores y se notificaron el domingo.
Las cifras no reflejan necesariamente la verdadera propagación del virus, ya que sólo cuentan el número de casos registrados.
El cribado realizado por las autoridades sanitarias mostró que alrededor del 80% de los nuevos casos eran de la variante omicron.
En Victoria se registraron ocho muertes el domingo, pero el ministro de Sanidad australiano, Greg Hunt, dijo que los casos de enfermedad grave son relativamente bajos en medio de la propagación del omicron.