VARSOVIA, Polonia (AP) – El ministro de Justicia de Polonia, autor de polémicos cambios judiciales que llevaron a la Unión Europea a bloquear miles de millones de euros al país centroeuropeo, se enfrentará el martes a un voto de confianza en el Parlamento.
Los legisladores de la oposición pidieron la votación sobre el ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, argumentando que suponía una amenaza para los valores democráticos de Polonia, su financiación por la UE y, en última instancia, su pertenencia a la UE.
La moción de la oposición argumenta que las políticas de Ziobro, que también es fiscal general del país, “han adquirido un carácter especialmente dañino”.
Sus políticas han “desformado el sistema judicial de una manera que limita los derechos humanos y se ha convertido en la razón por la que los polacos siguen sin recibir miles de millones de euros de fondos de la Unión Europea”, afirma la moción.
Para destituir a Ziobro es necesario reunir una mayoría de 231 votos en la Cámara Baja, de 460 miembros. Ziobro ya ha sobrevivido a anteriores intentos.
Ziobro es el jefe de un pequeño socio menor en el gobierno de coalición de derechas de Polonia. Los votos de su partido han permitido al partido gobernante Ley y Justicia, liderado por Jaroslaw Kaczynski, aprobar la mayor parte de su legislación desde 2015.
Sin embargo, las políticas de Ziobro han creado tensiones dentro de la coalición, especialmente con el primer ministro Mateusz Morawiecki, que pretende desbloquear urgentemente subvenciones y préstamos por valor de más de 35.000 millones de euros (37.000 millones de dólares) procedentes de los fondos de la UE para la recuperación tras la pandemia.
El dinero es muy necesario en medio de un creciente desfase presupuestario, una tasa de inflación superior al 17% y un enorme gasto en programas sociales, así como en defensa ante la guerra en la vecina Ucrania.
No obstante, se espera que los legisladores de Ley y Justicia respalden a Ziobro para mantener el dominio de la coalición en el Sejm, la cámara baja del Parlamento, donde ahora cuenta con 228 votos. Morawiecki dijo que votaría “contra la moción de la oposición”.
“Incluso si diferimos en nuestra valoración de los acontecimientos, de ciertos fenómenos, de los logros, eso no cambia el hecho de que el Ala Derecha Unida es de gran valor”, dijo Morawiecki sobre la coalición gobernante.
Horas antes de la votación, el ministro polaco para los vínculos con la UE dijo que se ha avanzado en las negociaciones con Bruselas sobre el desbloqueo de los fondos. Dijo que, para ello, se propondrán durante la actual sesión parlamentaria enmiendas al reglamento judicial y, en especial, a las relativas a la sanción de los jueces.
Szymon Szynkowski vel Sek dijo que las enmiendas están adaptadas para cumplir el “hito” clave en la independencia judicial que es una condición para el desembolso de los fondos de recuperación de la pandemia.
El ministro de Justicia, Ziobro, de 52 años, se ha ganado una reputación de nacionalista de línea dura y euroescéptico durante sus décadas en la política polaca.
Fue el autor y el impulsor de una serie de leyes que han reorganizado el sistema judicial de forma que los tribunales y otros órganos judiciales queden bajo el control del gobierno. Las leyes han puesto a Polonia en rumbo de colisión con la UE y han desencadenado grandes protestas en el país.
Ziobro y el gobierno han insistido en que los cambios eran necesarios para eliminar los últimos vestigios del orden de la era comunista en el sistema judicial. También ha arremetido contra la UE por retener la financiación por cuestiones relacionadas con el Estado de derecho, afirmando que se extralimitaba en su autoridad, establecida en los tratados de los 27 miembros del bloque.
En 2019, un adjunto de Ziobro dimitió por las acusaciones de que alentó una campaña de odio en las redes sociales contra los jueces que criticaban al Gobierno.
Los lazos de Polonia con Estados Unidos e Israel también se vieron afectados por la legislación redactada por el Ministerio de Justicia bajo Ziobro que criminalizaba las declaraciones que culpaban falsamente a los polacos de los crímenes de la Alemania nazi en el Holocausto.
La ley sobre el discurso del Holocausto se consideró un intento de reprimir la investigación y el debate históricos y se revisó bajo presión internacional.