El cómico Nate Bargatze describe lo que hace para ganarse la vida como “decir tonterías delante de grandes grupos”. Y lo hace muy bien.
En este episodio extra del podcast The Last Laugh, Bargatze habla sobre el salto de Netflix a Amazon para su último especial. Hola Mundoque se estrena el 31 de enero y en el que se enfrenta a los retos cotidianos de la paternidad y la mediana edad como sólo él puede hacerlo. También hablamos de los pros y los contras de ser un cómico “limpio”, del chiste que provocó que una trabajadora del sexo le llamara la atención por insensible y de sus principales objetivos como comediante de cara al futuro.
Cuando le digo a Bargatze que es el primer cómico que ha participado tres veces en The Last Laugh, responde: “Me encanta. Romper récords, eso es todo lo que pretendo”. Acaba de regresar a Nashville después de volar a Nueva York para aparecer en The Tonight Showdonde ha pasado oficialmente de hacer monólogos de cinco minutos a sentarse en el sofá junto al presentador Jimmy Fallon.
“Básicamente, haces tu monólogo, pero te sientas”, dice Bargatze, explicando que ser un invitado de “panel” permite un estilo más “conversacional” que se adapta a su personalidad de comediante discreto.
Bargatze, que el año pasado cumplió 20 años como cómico, ha ido ascendiendo poco a poco en el mundo de la comedia hasta convertirse en uno de los cómicos de stand-up con más éxito, todo ello sin contar con una sitcom homónima, un sueño que admite que sigue persiguiendo tras muchos comienzos en falso.
Consiguió dos especiales consecutivos de una hora en Netflix-2019. The Tennessee Kid y 2021 El mejor americano medio-que, según él, “cambiaron” su vida para siempre. Pero para Hola MundoBargatze aprovechó la oportunidad de ser uno de los primeros cómicos en el nuevo impulso de Amazon Prime Video en un panorama de comedias especiales que ha estado dominado por Netflix durante casi una década. Bargatze confía en que sea una decisión inteligente para llegar a un nuevo público, pero admite que siempre puede equivocarse.
En cuanto a la autodespectiva descripción de su trabajo que hace en el escenario, Bargatze dice: “Hay algo más que eso”, antes de bromear diciendo que si estuviera haciendo footing y alguien se le acercara y le preguntara a qué se dedica, “a decir tonterías delante de grandes grupos” sería la respuesta más sencilla.
Pero, ¿no tiene que ser al menos un poco listo para que sus tonterías resulten graciosas a millones de personas? “Creo que la conciencia tiene mucho que ver”, responde. “Tienes que ser muy consciente y darte cuenta de las cosas. Tienes que darte cuenta de las cosas más de lo que la mayoría de la gente se da cuenta”.
Cuando Bargatze toma nota de su propia incapacidad para hacer algo, como la parte de su nuevo especial sobre lo difícil que puede ser apagar las luces de una habitación de hotel, suele confiar en que el público se sentirá identificado. “Mucha gente cree que son los únicos tontos que han hecho algo”, dice. “Pero luego, una vez que lo digo en un grupo grande y oyes a todo el mundo reír, te das cuenta de que mucha gente lo ha hecho”.
Y, sin embargo, ha habido ocasiones en las que ha contado un chiste de observación que creía que iba a resultar cercano, pero que no ha calado entre el público. Cuando la gente no se siente identificada y se ríe…” .en puede ser demasiado”, dice Bargatze. “Te quedas como, vale, eso es demasiado tonto. O no se lo creen o les das pena. Hay que encontrar un equilibrio. Quieres ser la cantidad justa de tonto”.
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