EL CAIRO (AP) – Estados Unidos y Egipto lanzaron el lunes un grupo de trabajo conjunto para preparar la próxima cumbre sobre el cambio climático que se celebrará en noviembre, dijo el enviado estadounidense para asuntos climáticos.
El enviado presidencial especial para el clima, John Kerry, dijo que el grupo está centrado en la conferencia COP27 de las Naciones Unidas en el centro turístico egipcio de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo. Dijo que el país ya ha comenzado sus preparativos para la reunión.
Kerry dijo que otras tensiones mundiales, incluida la actual crisis de Ucrania, “no cambiarán la realidad de lo que está ocurriendo cada día con respecto a nuestro clima”, y calificó la cuestión de “amenaza internacional para todos nosotros.”
“No hay política en esto. No hay ideología en esto. Esto no tiene nada que ver con algunas de las cuestiones” que preocupan a la administración estadounidense, dijo Kerry en una reunión informativa en El Cairo con el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shukry. Ninguno de los dos funcionarios aceptó preguntas de los periodistas.
Kerry, que también se reunió con el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi, se refería a los conflictos en Oriente Medio y probablemente al historial de derechos humanos de Egipto, que ha suscitado críticas de Estados Unidos y otros gobiernos occidentales.
Shukry dijo que discutieron las prioridades y los objetivos de la COP27 presidida por Egipto, incluyendo la puesta a disposición de fondos para los países en desarrollo para implementar el acuerdo de París 2015 sobre el cambio climático.
Se espera que el ex senador y ex secretario de Estado de Estados Unidos, que aterrizó en la capital egipcia el domingo, hable en la Universidad Americana de El Cairo sobre el futuro de la acción climática internacional en el período previo a la COP27, dijo el Departamento de Estado.
Kerry dijo que Estados Unidos también estaba trabajando con Egipto en su propia transición hacia un futuro de energía limpia.
En junio, Kerry anunció un aumento de la financiación estadounidense para ayudar a Egipto a convertirse a la energía solar y alejarse de los combustibles fósiles, una importante fuente de energía en el país de más de 100 millones de personas.
En los últimos años, el gobierno del presidente Abdel Fattah el-Sissi ha tomado medidas para reconvertirse a las energías renovables, aprovechando las óptimas condiciones solares y eólicas del país para la recolección de energía.
Pero el gobierno se ha enfrentado a las críticas de los activistas medioambientales por arrasar espacios verdes y talar decenas de miles de árboles para proyectos de infraestructuras, especialmente en El Cairo, donde a menudo se cierne una gigantesca nube de contaminación atmosférica.