WASHINGTON (AP) – Estados Unidos anunció el martes 308 millones de dólares en asistencia humanitaria adicional para Afganistán, ofreciendo nueva ayuda al país mientras se acerca a una crisis humanitaria desde la toma del poder por los talibanes hace casi cinco meses.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Emily Horne, dijo en un comunicado que la nueva ayuda de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional fluirá a través de organizaciones humanitarias independientes y se utilizará para proporcionar refugio, atención médica, asistencia para la preparación para el invierno, ayuda alimentaria de emergencia y servicios de agua, saneamiento e higiene.
La economía del país, con muchos problemas, ha caído en picado desde la toma del poder por los talibanes. Casi el 80% del presupuesto del anterior gobierno de Afganistán procedía de la comunidad internacional. Ese dinero, ahora cortado, financiaba hospitales, escuelas, fábricas y ministerios.
La desesperación por estas necesidades básicas se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19, así como por la escasez de atención sanitaria, la sequía y la malnutrición.
La USAID hizo un llamamiento a los talibanes para que permitan “a todos los trabajadores de la ayuda, especialmente a las mujeres… operar de forma independiente y segura” mientras los grupos humanitarios tratan de ayudar a los que sufren.
“Estados Unidos sigue instando a los talibanes a que permitan un acceso humanitario sin obstáculos, condiciones seguras para los trabajadores humanitarios, la prestación independiente de asistencia a todas las personas vulnerables y la libertad de movimiento para los trabajadores humanitarios de todos los géneros”, dijo la agencia en un comunicado.
Por otra parte, el Plan de Respuesta Humanitaria 2022 de las Naciones Unidas para Afganistán, presentado el martes, determinó que el país necesita 4.400 millones de dólares de financiación, el mayor llamamiento humanitario jamás realizado para un país.
“Los acontecimientos en Afganistán durante el último año se han desarrollado con una velocidad vertiginosa y con profundas consecuencias para el pueblo afgano”, dijo Martin Griffiths, subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios y coordinador de ayuda de emergencia. “El mundo está perplejo y busca la forma correcta de reaccionar. Mientras tanto, se avecina una catástrofe humanitaria en toda regla”.
El nuevo compromiso de la administración Biden eleva la ayuda humanitaria de Estados Unidos a Afganistán a más de 780 millones de dólares desde el caótico final de la guerra de 20 años en agosto. Las Naciones Unidas dicen que el 22% de los 38 millones de habitantes de Afganistán están viviendo cerca de la hambruna y otro 36% se enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda.
Además, la Casa Blanca prometió que enviaría a Afganistán 1 millón de dosis adicionales de la vacuna COVID-19 a través de COVAX, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para mejorar el acceso a las vacunas. Con la nueva afluencia de dosis, Estados Unidos habrá enviado 4,3 millones de dosis a Afganistán, que ha luchado por hacer frente a la implacable pandemia.
La financiación internacional a Afganistán fue suspendida y miles de millones de dólares de los activos del país en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, fueron congelados después de que los talibanes tomaran el control del país a mediados de agosto.
La decisión de Estados Unidos y de la comunidad internacional de no reconocer al gobierno talibán, que gobernó con una interpretación estricta de la ley islámica cuando estuvo en el poder entre 1996 y 2001, ha creado un dilema para las potencias occidentales sobre cómo proporcionar suficiente ayuda sin dar legitimidad a los talibanes o poner el dinero directamente en sus manos.
La falta de financiación ha provocado un aumento de la pobreza, y los grupos de ayuda han advertido de una inminente catástrofe humanitaria. Los empleados del Estado, desde los médicos a los profesores y los funcionarios administrativos, no han cobrado en meses. Los bancos, por su parte, han restringido la cantidad de dinero que los titulares de las cuentas pueden retirar.
Los talibanes han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que libere fondos y ayude a evitar un desastre humanitario.