En una decisión confusa esta semana, Saturday Night Live decidió abrir su primer episodio después de los Oscars no con el impactante ataque físico a uno de sus más famosos ex alumnos, sino con otro episodio de Fox & Friends.
Después de algunas bromas sobre la aplicación Truth Social de Donald Trump y Ted Cruz Bebé antirracista sin sentido, a los anfitriones se les unió el Clarence Thomas de Kenan Thompson, que no quiso confirmar ni desmentir que casi murió de COVID y la Ginni Thomas de Kate McKinnon, que se pronunció sobre la polémica que rodea sus textos a Mark Meadows el 6 de enero.
“No quiero ningún problema”, dijo. “Me tomo muy en serio mi deber como la Yoko Ono del Tribunal Supremo. Todo lo que quiero es un maremoto de venganza bíblica que arrastre a la familia del crimen Biden hasta Guantánamo y luego liberamos al Kraken.”
A continuación, Jeanine Pirro, de Cecily Strong, sondeó a la “woke Disney” y a la representante Madison Cawthorn, que “me tuvo en la supremacía blanca” y “me perdió en la orgía”.
Al final del sketch llegaron a “La bofetada” cuando el Trump de James Austin Johnson llamó desde su cama para opinar por primera vez.
“Sabes, sí vi “La bofetada”, me gustó “La bofetada”, dijo Trump. “Me impresionó mucho Hitch. Menudo brazo el de Hitch. Siempre supe que Hitch tenía un brazo. De vuelta en Pursuit of Happyness…cargaba la máquina para subir y bajar del metro. Me pareció genial. En esa película dormían en el baño. Es tan triste, tan triste”.
“Pero también es una noche triste para Hitch”, continuó. “Ese tipo de comportamiento no va a ayudar a Kevin James a conseguir una cita con Allegra Cole, te lo aseguro”.
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