BEIJING (AP) – China bajó el tono de su retórica sobre Taiwán el miércoles, diciendo que es inevitable que la isla autogobernada quede bajo su control, pero que promoverá los esfuerzos para lograrlo pacíficamente.
Los comentarios siguieron a las recientes declaraciones del presidente Joe Biden de que Estados Unidos defendería a Taiwán si China lo invadiera y se produjeron un día después de que buques de guerra estadounidenses y canadienses navegaran por el estrecho de Taiwán.
No parecen señalar un cambio de política, sino un intento más amplio de calmar las aguas en múltiples frentes en el período previo a una importante reunión del Partido Comunista en el poder el próximo mes.
“Me gustaría reiterar que … estamos dispuestos a luchar por la perspectiva de la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mayores esfuerzos”, dijo Ma Xiaoguang, el portavoz del gobierno en Taiwán, cuando se le preguntó sobre la creciente preocupación de que China podría recurrir a la fuerza.
China y Taiwán se separaron en 1949 durante una guerra civil que llevó al Partido Comunista al poder en el continente. Los nacionalistas rivales se retiraron a Taiwán y establecieron su propio gobierno en la isla frente a la costa oriental de China.
China lanzó misiles en las aguas que rodean a Taiwán durante unos importantes ejercicios militares realizados el mes pasado en respuesta a una visita de la alta legisladora estadounidense Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
Ma, en una conferencia de prensa sobre la cuestión de Taiwán, no utilizó la palabra fuerza en su respuesta, como ha hecho en el pasado. En su lugar, dijo que China tomaría “medidas decididas” contra cualquier movimiento provocador de Taiwán o de sus partidarios internacionales.
Dijo que China introduciría más políticas para ayudar a Taiwán, destacaría los beneficios de la integración con China y fomentaría los intercambios entre personas.
“La patria debe estar unificada y ciertamente lo estará”, dijo Ma, calificándola como “una tendencia histórica que nadie puede detener”.
Pero los taiwaneses, que se han acostumbrado a las libertades democráticas, parecen poco propensos a unirse a China voluntariamente, sobre todo después de la represión china de la disidencia en Hong Kong, una antigua colonia británica devuelta a China en 1997.
Los militares chinos, por segunda vez en las últimas semanas, tomaron nota de la navegación de un buque de guerra estadounidense por el estrecho de Taiwán sin calificarlo de provocación, como ya hicieron a principios de año.
Las fuerzas chinas vigilaron al USS Higgins, un destructor de misiles guiados, y a una fragata canadiense, el HMCS Vancouver, dijo el portavoz, coronel Shi Yi, en un comunicado. Añadió que los militares defenderían con determinación la soberanía nacional y la integridad territorial.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, fue más contundente y acusó a Estados Unidos de provocar problemas y unirse a otros países para ejercer presión.
La Marina estadounidense dijo en un comunicado que la maniobra conjunta del martes “demuestra el compromiso de Estados Unidos y de nuestros aliados y socios con un Indo-Pacífico libre y abierto.”