SANTA FE, N.M. (AP) – La única legislatura no asalariada del país en Nuevo México está considerando si abandonar su estatus de amateur.
Una propuesta de enmienda constitucional de los Sens. Daniel Ivey-Soto, de Albuquerque, y Bobby Gonzales, de Taos, permitiría a los 112 legisladores del estado cobrar salarios. La propuesta fue programada para su primer examen el lunes por un panel del Senado.
La aprobación por parte de la Legislatura de Nuevo México enviaría la medida a una votación en todo el estado sobre si se debe enmendar la constitución. Propuestas legislativas similares se han estancado repetidamente en los últimos años.
La “legislatura ciudadana” de Nuevo México, formada por políticos voluntarios, ha sido durante mucho tiempo una fuente de orgullo cívico en el estado. Los miembros reciben un estipendio diario de unos 165 dólares durante las sesiones y algo de dinero para la gasolina.
Los críticos del sistema dicen que instituir salarios podría ayudar a eliminar los conflictos de intereses financieros entre los deberes legislativos y las carreras externas.
Los salarios de los legisladores serían fijados por la Comisión de Ética del Estado.
Esa comisión de siete miembros fue aprobada por los votantes en 2018 a raíz de una serie de escándalos de corrupción pública como árbitro de las quejas contra funcionarios públicos, cabilderos y contratistas. Sus miembros son nombrados por los principales legisladores de ambos partidos y el gobernador.
El estado cuenta actualmente con sólidos recursos financieros vinculados a la creciente producción de petróleo y al gasto federal en ayuda a la pandemia e infraestructuras.
Se prevé un superávit de aproximadamente 1.600 millones de dólares de ingresos del fondo general por encima de las obligaciones de gasto para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio de 2022.