Al menos 66 clínicas de 15 estados han dejado de practicar abortos desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló el caso Roe contra Wade, según un análisis publicado el jueves.
El número de clínicas que proporcionan abortos en los 15 estados se redujo de 79 antes de la decisión del 24 de junio a 13 a partir del 2 de octubre, según el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto.
Las 13 clínicas restantes están en Georgia. En los demás estados no hay proveedores que ofrezcan abortos, aunque algunas de sus clínicas ofrecen otros servicios además de los abortos.
A nivel nacional, había más de 800 clínicas de aborto en 2020, dijo el instituto.
“Habrá que investigar mucho más para comprender el alcance total del caos, la confusión y el daño que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha desatado sobre las personas que necesitan abortar, pero el panorama que empieza a emerger debería alarmar a cualquiera que apoye la libertad reproductiva y el derecho a la autonomía corporal”, dijo Rachel Jones, investigadora de Guttmacher.
El nuevo informe no incluye datos sobre los hospitales y los consultorios médicos que practicaban abortos y que dejaron de hacerlo tras la sentencia judicial, pero Jones señaló que las clínicas practican la mayoría de los abortos en Estados Unidos, incluyendo los procedimientos y la dispensación de la medicación abortiva. Datos recientes de Guttmacher muestran que algo más de la mitad de los abortos en Estados Unidos se realizan con medicación.
Los estados sin proveedores de abortos se concentran en el Sur. En algunos de esos lugares, muchas mujeres que buscan abortar tendrían que viajar tan lejos que el viaje sería imposible, dijo Jones.
La doctora Jeanne Corwin, que practica abortos en Indiana y Ohio, dijo que el cierre de las clínicas “supondrá un daño inconmensurable para la salud física, mental y financiera de las mujeres”.
En varios estados, el acceso está amenazado porque las prohibiciones se han suspendido sólo temporalmente mediante mandatos judiciales. Entre ellos se encuentran Indiana, Ohio y Carolina del Sur, según el análisis.
“Es precario desde el punto de vista médico y ciertamente desde el punto de vista comercial”, dijo la Dra. Katie McHugh, una ginecóloga que practica abortos en Indiana. “Es difícil mantener las puertas abiertas y las luces encendidas cuando no sabes si vas a ser un delincuente mañana”.
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