‘Adultos que adoptan adultos’ es un reality show disparatado y espeluznante sobre la adopción de adultos

 ‘Adultos que adoptan adultos’ es un reality show disparatado y espeluznante sobre la adopción de adultos

La televisión de realidad está llena de dramas de relaciones salvajes que animan a los espectadores a mirar fijamente los extraños arreglos románticos, liderados por el programa de TLC 90 Day Fiancé de TLC, así como el más reciente Tú, yo y mi ex.y es en esa categoría que la última de A&E, Adults Adopting Adultsse sitúa claramente en esta categoría. Una serie cuyo título lo dice todo, es un retrato disparatado de hombres y mujeres que, por diversas razones, han decidido que tener figuras parentales sustitutas en sus vidas no es suficiente; tienen que hacer que esos vínculos sean legales, malditas sean las consecuencias. Y las consecuencias no faltan, ya que el objetivo de un proyecto televisivo como éste es escenificar un accidente de coche figurado que los espectadores pueden ver desde la comodidad de sus sofás.

Se estrena el 31 de enero, Adultos que adoptan adultos se centra en una colección de cuentos, cada uno tan absurdamente disparatado como el anterior. En primer lugar, Danny y Christy, una pareja sin hijos de Chillicothe, Ohio, que ha decidido adoptar a Illeana, una joven austriaca de 20 años que está embarazada de su primer hijo y a la que Danny conoció en un grupo de redes sociales para la adopción de adultos. O mejor dicho, Danny lo ha decidido y Christy le sigue la corriente porque, al parecer, no tiene nada que decir en su matrimonio y no tiene el valor de enfrentarse a su marido. Esta no es la primera vez que Danny quiere adoptar a una mujer adulta; como admite cándidamente, lo intentó con una joven de 18 años, pero ese proceso se vino abajo porque empezó a tener sentimientos románticos por ella. También ha engañado a su esposa antes, lo que sigue siendo un punto sensible para Christy. En definitiva, la situación suena tan mal como uno podría imaginar.

Las motivaciones adversas de Danny para traer a Illeana a la casa son obvias y, sin embargo, con una gran sonrisa, profesa rutinariamente su entusiasmo por ser padre, y llama performativamente a Illeana su hija mientras Christy mira con abyecta miseria. Christy está llorando durante aproximadamente un tercio de su tiempo total en pantalla en los dos Adultos que adoptan adultos e incluso cuando no está llorando, parece tan entusiasmada con este giro de los acontecimientos como alguien que se dirige a una operación de conductos. Según Christy, las principales reacciones de sus amigos ante este inminente desastre son “¿Qué coño le pasa a tu marido?” y “Vamos a matarlo”, lo que al menos demuestra que Christy tiene gente sensata a la que recurrir. Danny, sin embargo, considera las objeciones de Christy como baches en el camino, todo ello mientras sitúa a Illeana en una caravana justo en la puerta de su casa, le compra toneladas de ropa de bebé y paga sus citas médicas, y dice cosas como: “Al final del día, Illeana, quiero que te quedes aquí, porque me gusta abrazarte y eres terriblemente dulce.”

Las sospechas se disparan en Adultos que adoptan adultos‘, el primer retrato: Christy cree que Danny busca sexo, y teme que Illeana lo esté utilizando sólo para conseguir dinero y un visado; e Illeana se preocupa de que Danny sea un asqueroso y de que se haya metido en un matrimonio complicado, por no hablar de que se haya puesto en peligro, dado que Danny (un camionero que solía llevar un negocio de supervivencia) tiene cámaras de vigilancia controlando su destartalada propiedad rural. La serie contempla todo esto -y pide a los espectadores que hagan lo mismo- con una especie de incredulidad encantada, deleitándose en la extrañeza y asquerosidad disfuncional de todo ello, así como en el potencial de un eventual conflicto, que parece inevitable teniendo en cuenta el disgusto de Christy al verse obligada a tolerar a Illeana (una evidente amenaza para sustituirla) frente a los equipos de cámaras que pretenden transmitir su desesperación al mundo.

Danny, Christy e Illeana son sólo las primeras de las numerosas historias extrañas que relata Adultos que adoptan adultos. En Las Vegas, Kim, de 39 años y madre de dos hijos, quiere ser adoptada por Vickie y Joe para que sus hijos puedan tener unos abuelos cariñosos. Sin embargo, al mismo tiempo, Kim está trabajando con éxito en la reconciliación con su madre adoptiva, Valerie, con la que lleva mucho tiempo enemistada, que no sabe que está a punto de ser sustituida legal y emocionalmente por Vickie, quien, a su vez, está preocupada porque la reaparición de Valerie después de todos estos años pueda poner en peligro su oportunidad de consolidar su papel de abuela. Todo esto llega a su punto álgido en una fiesta de cumpleaños de la hija mayor de Kim, y mirando atónito, Joe, el marido de Kim, sólo puede suspirar: “Todo esto es muy raro”.

Luego están Derek y Carol, una pareja negra que está haciendo planes para adoptar a Bianca, de 23 años, a quien Carol conoció mientras trabajaba en SUNYBroome Community College. Carol ha tenido experiencias anteriores con este proceso; durante su primer matrimonio, intentó adoptar a una estudiante, sólo para que su marido iniciara una aventura con esa joven. Carol no expresa ninguna preocupación de que este escenario pueda repetirse, aunque confiesa que Bianca se comporta como una “niña de papá” cerca de Derek, sugiriendo que tal vez debería estar alerta. El hermano de Derek, Corey, definitivamente lo está, diciéndole a Derek en una videollamada que su madre no está contenta con lo que está pasando. El hecho de que Bianca provenga de un entorno problemático de abuso de sustancias, y que tenga un alter ego llamado Gina, no le preocupa a Derek, que está principalmente molesto porque su madre está siendo irrespetuosa al no confiar en él para tomar decisiones acertadas para él y su familia.

Adultos que adoptan adultos se basa en el hecho de que todos sus sujetos están haciendo algo innecesario, inane y destinado al fracaso. Otros aspirantes a adoptantes aparecerán en episodios posteriores, como las hermanas Felicia y Tawney, que están en su tercer intento de convencer a Jenny y Michael, cuidadores de acogida desde hace tiempo, de que se conviertan en sus padres legales, y Frédéric von Anhalt, un antiguo príncipe -y noveno marido de Zsa Zsa Gabor, y supuesto amante de Anna Nicole Smith- que parece ansioso por adoptar un hijo (¡que sería su décimo adulto adoptado!) para poder tener un heredero “real”. ¿Funcionará todo esto? Parece poco probable. La pregunta más importante, sin embargo, es si sigue habiendo apetito por este tipo de locura de telerrealidad condenada desde el principio.

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