KINSHASA, Congo (AP) – Al menos cinco personas han muerto y otras 50 han resultado heridas en el segundo día de manifestaciones en la ciudad oriental del Congo, Goma, contra la misión de las Naciones Unidas en el país, dijo un funcionario del gobierno.
El lunes, los manifestantes prendieron fuego y forzaron la entrada a las oficinas de la misión de la ONU en Goma, acusando a las fuerzas de paz de no proteger a los civiles en medio de la creciente violencia en la región oriental del Congo. Piden que las fuerzas de la ONU, presentes en el Congo desde hace años, se marchen.
“Al menos 5 muertos, alrededor de 50 heridos”, dijo el portavoz del gobierno Patrick Muyaya en un tweet, condenando los ataques contra el personal y los edificios de la ONU.
Los manifestantes culparon a los disparos de las fuerzas de paz por las muertes.
El portavoz del Gobierno no dijo qué causó las muertes, pero describió la respuesta de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas de paz como “disparos de advertencia para dispersar a los manifestantes y evitar cualquier ataque a la base y las instalaciones de @MONUSCO”, dijo en su cuenta de Twitter.
“El Gobierno ha dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que tomen todas las medidas que garanticen el retorno a la calma y la reanudación normal de las actividades en Goma”, ha dicho. También reiteró que ya se están tomando medidas para que las fuerzas de paz se retiren.
En junio de 2021 y junio de 2022, la misión de mantenimiento de la paz conocida por su acrónimo francés MONUSCO cerró su oficina en las regiones congoleñas de Kasai Central y Tanganica. La misión cuenta con más de 16.000 uniformados en el Congo, según la ONU.
Las protestas tienen lugar mientras se intensifican los combates entre las tropas congoleñas y los rebeldes del M23, lo que ha obligado a casi 200.000 personas a huir de sus hogares. Las fuerzas del M23 han mostrado una mayor potencia de fuego y capacidad de defensa, según un informe de Human Rights Watch.
El este del Congo es el hogar de innumerables grupos rebeldes y la seguridad de la región ha empeorado a pesar de un año de operaciones de emergencia por parte de una fuerza conjunta de los ejércitos del Congo y Uganda. Los civiles del este también han tenido que hacer frente a la violencia de los rebeldes yihadistas vinculados al grupo Estado Islámico.